Yoga y gratitud

Yoga y gratitud

La gratitud es algo que a menudo olvidamos cada día. Claro, intentamos seguir adelante, apreciando que tenemos cosas que queremos, como buenos trabajos, y agradeciendo que no tenemos cosas que no queremos, como la gripe aviar. Pero por mucho que nos esforcemos en tenerla, en la vida cotidiana es fácil perderla; la gratitud suele caer por las rendijas, como la facilidad con la que se pierden las llaves del coche entre los cojines del sofá.

La gratitud es una virtud o ley que muestra agradecimiento, aprecio y gratitud. Se considera la primera ley de la atracción, el trampolín desde el que se expande un camino momento a momento hacia el conocimiento de uno mismo. Es lo que nos permite crecer como seres humanos.

Cuando se trata de yoga, algunos pueden asumir que la gratitud significa dar propina a su instructor al final de la clase. Sin embargo, la gratitud y el yoga van de la mano, y cada uno influye en el otro. En realidad, esto tiene mucho sentido, ya que la gratitud y el yoga son poderosos defensores de la autoconciencia y la atención plena: forman parte del mismo equipo, guiándonos a cada uno de nosotros sobre cómo dejarnos llevar por la vida, en lugar de quedarnos atrapados en ella y perder de vista aquello por lo que estamos agradecidos.

El yoga favorece el bienestar emocional y físico de la persona. Y, como demuestran los estudios, también lo hace la gratitud. Es como si ambos fueran vitaminas para el alma. El yoga y la gratitud mejoran tanto la capacidad de una persona para manejar el estrés (lo que repercute directamente en la salud física) como su forma de relacionarse con los demás. Ambas también liberan al cuerpo de emociones negativas, sustituyéndolas por otras positivas. Cuando esto ocurre, se genera buena salud.

Muchas personas probablemente encuentran gratitud en el ejercicio al final de una sesión, agradecidas de que su dura rutina haya terminado y se sientan refrescadas. Pero el yoga no es sólo entrenamiento ni sólo ejercicio.

El yoga y la gratitud están en la misma longitud de onda, como expulsados del caparazón del pensamiento positivo. La gratitud, porque es una forma de ver las cosas, y el yoga, porque enseña a abrazar el momento presente, pueden potenciarse mutuamente de forma natural. La gratitud es una forma de apreciar profundamente todo el espectro de la vida: lo bueno y lo malo, la alegría y el sufrimiento. El yoga ofrece una práctica consciente para invitar a responder a todo el espectro de la vida desde el nivel interior más elevado. La gratitud enseña a las personas a tener paz mental. Lo mismo ocurre con el yoga. Puesto que la gratitud y el yoga se alimentan mutuamente, la práctica conjunta de ambos potenciará los beneficios de cada uno. El yoga es una práctica que abre la puerta a la fuente de gratitud que hay en ti.

Pero la gratitud no se limita al yoga, por supuesto. Ser agradecido en todos los aspectos de la vida es esencial para el bienestar. Apreciar a la familia, los amigos, el trabajo y cualquier otra cosa que fomente la felicidad facilita la salud física y emocional.

Pero al igual que otras cosas importantes para la salud -hacer ejercicio, comer bien, dormir lo suficiente-, el concepto de gratitud puede resultar difícil de asimilar. Como ya se ha dicho, la gratitud puede perderse fácilmente en los cojines de la vida de sofá. Pero hay algunos trucos para que la gratitud florezca.

Tomarse unos minutos al día, quizá cinco o diez, para reflexionar sólo sobre lo que aprecia hoy puede ser útil. Otra cosa que puede ayudar es coger un pequeño cuaderno y escribir tres o cinco pequeñas cosas por las que estés agradecido, como la luz del sol, tiempo para reflexionar, ropa limpia y una taza de té caliente. Escribir es una gran herramienta para la autorreflexión. Anotar aquello por lo que estás agradecido te ayuda a cultivar la gratitud. Gran parte de nuestra salud y bienestar general viene determinada por cómo pensamos, la programación de nuestro cerebro programará nuestras vidas.

Muchos de nosotros aún podemos recordar, cuando éramos niños, pasear por los pasillos de nuestra escuela primaria y caminar bajo un cartel que decía "La actitud lo es todo". Mirándolo con angustia infantil, probablemente no me creí el concepto. Pero de adultos nos hemos dado cuenta de que resulta ser cierto. Recuerda: "Por todo, gracias".

TWISTED es un estudio de yoga médico en el Centro de Medicina Osteopática de Boulder, Colorado. Twisted integra la medicina osteopática Hatha Yoga y prácticas de atención plena para enseñar un equilibrio óptimo entre la salud física, mental y emocional. Su objetivo es educar y ayudar a las personas a llevar una vida sana desde dentro hacia fuera. Los programas de rehabilitación ofrecen un régimen de tratamiento integral para todo el ser, permitiendo a cada persona una respiración a la vez para estimular el potencial curativo natural del cuerpo.