Toda mujer quiere tener un bebé sano. Las prácticas yóguicas, cuando se realizan con cuidado, pueden hacer que el cuerpo de la mujer sea más fuerte y flexible. Las posturas de yoga tonifican los músculos, mejoran el equilibrio general y la circulación y flexibilizan las articulaciones.
Las posturas de yoga le ayudan a respirar y a relajarse, lo que puede ayudarle a adaptarse a las exigencias físicas del parto, el nacimiento y la maternidad. Aprender a respirar ujayi te prepara para el trabajo de parto y el nacimiento, ya que te entrena para mantener la calma cuando más lo necesitas. Si tienes miedo durante el parto, tu cuerpo produce adrenalina y detiene la producción de oxitocina, una hormona que favorece el parto. Practicar yoga te ayudará a combatir el impulso de ponerte rígido cuando sientas dolor y, en cambio, te enseñará a respirar.
Practicar la meditación es muy beneficioso para ti y para tu bebé. Se ha demostrado que disminuye el ritmo cardíaco, te relaja y concentra tu mente, lo que es estupendo para el bebé.
Como regla general, evite las posiciones de espalda y las flexiones extremas hacia delante. Separa las piernas para realizar una paschimottanasana sentada (flexión hacia delante).
Si nunca has practicado posturas invertidas, este no es el momento de empezar. Sin embargo, si has practicado inversiones, puedes proceder con precaución en los dos primeros trimestres. No mantenga las posiciones durante demasiado tiempo.
Es posible que quieras omitir cualquier movimiento que requiera que te sientes de espaldas durante más de unos minutos, especialmente después de las 20 semanas de embarazo. Acostarse de espaldas puede ejercer presión sobre la vena cava inferior, la vena que devuelve la sangre de las piernas al corazón, y provocar mareos, falta de aire y náuseas. Pero muchas mujeres se sienten cómodas en esta posición hasta el principio del embarazo, así que sigue tu cuerpo y tus instintos.
El primer trimestre
No tienes muchas restricciones al principio de tu embarazo. Si practica el yoga con regularidad, acepte que su rutina tendrá que cambiar con el tiempo. Escucha a tu cuerpo.
Segundo trimestre
No intentes mantener las posturas durante demasiado tiempo y recuerda que debes adoptar las posturas de yoga despacio y con cuidado para evitar lesiones por la relajación de las articulaciones. La expansión de tu vientre afectará a tu sentido del equilibrio.
Tercer trimestre
Probablemente te sientas menos elegante ahora que tu vientre es más grande, así que haz las posturas de pie con el talón apoyado en la pared para evitar perder el equilibrio y arriesgarte a lesionarte a ti misma o a tu bebé. Los accesorios, como los bloques y las correas, también pueden ayudarte a adoptar diferentes posturas con más estabilidad.