Con el yoga puedes conseguir un cuerpo en forma y fértil. Siguiendo una secuencia recomendada de posturas, se puede minimizar el envejecimiento natural y la disfunción de todos los órganos, incluidos los óvulos, el útero y los ovarios. El yoga también ayuda a aumentar el tiempo de reproducción. El ejercicio mejorará el rendimiento de las glándulas, equilibrará la producción de hormonas en el organismo y estimulará la maduración de los óvulos y la secreción de los ovarios. La ansiedad y la preocupación en una mujer alteran sus hormonas de forma negativa y conducen a la infertilidad. Pranamaya (ejercicios de respiración) llena el cerebro de oxígeno; calma la mente y el cuerpo. La meditación regular unifica el cuerpo, la mente y el espíritu. Con estas técnicas se puede inducir un pensamiento positivo; la mujer ya no siente que su propio cuerpo la ha traicionado. Su atención pasa de la tensión mental a la estabilidad y la fuerza de su cuerpo. Esto reduce los niveles de estrés y facilita la concepción. De este modo, el yoga no sólo cura físicamente, sino que prepara la mente para afrontar el trauma emocional de la infertilidad.
La zona reproductora del cuerpo se conoce como el segundo chakra o sede de la creación. Algunas asanas para mejorar la fertilidad se centran en los órganos reproductores y la zona pélvica. Se mejora el flujo sanguíneo a estas partes y se estimula la energía. Se ablanda la zona abdominal y se alivia la presión sobre el útero, los ovarios y las trompas de Falopio. Puedes empezar la serie con posturas de cabeza apoyada y puente. Este entrenamiento estimulará las hormonas reproductivas de tu cuerpo. Para revitalizar todo el cuerpo, se pueden realizar las posturas del Niño, del Zapatero y del Ángulo Encuadernado. La flexión hacia delante en un ángulo amplio tonifica el cuerpo. Las posturas del Ángulo Reclinado, el Loto y el Héroe Reclinado excitan y relajan el segundo chakra, donde se encuentran los órganos reproductores. Al principio, si sientes que estas posturas te incomodan, puedes utilizar accesorios como una almohada o una toalla doblada. Esto le ayudará a actuar con facilidad. Una forma adecuada de terminar esta sesión de yoga será relajarse con la postura de las piernas en la pared. Formarás un ángulo de 90 grados con la pared extendiendo las piernas a lo largo de la pared mientras el torso descansa plano sobre el suelo. Respira y mantén la posición durante unos minutos, luego baja las piernas al suelo a un ritmo lento. Adoptar esta postura inmediatamente después del coito permite que el esperma entre en el útero y se produzca el embarazo.
Con la actitud adecuada y las opiniones constructivas que genera el yoga, te sentirás más fuerte y seguro de tu cuerpo. Estarás más atento a tu bienestar. Se le animará a adoptar un estilo de vida sano y significativo; su dieta mejorará. Unos buenos hábitos alimentarios y un mejor estilo de vida también aumentan la probabilidad de concebir. La práctica del yoga es útil incluso para las mujeres de 30 años que no pudieron concebir antes, ya que desencadena la liberación equilibrada de hormonas reproductivas y favorece la recuperación general del organismo. Las posturas de fertilidad también ensanchan las articulaciones de la pelvis y la cadera, mejoran la circulación sanguínea en la zona pélvica e incluso estimulan los ovarios. En estos casos se ha observado una tasa de éxito del 50 %, lo que demuestra que en muchas personas la infertilidad se debía únicamente a desequilibrios hormonales.