La importancia del ejercicio en la esclerosis múltiple

La importancia del ejercicio en la esclerosis múltiple

Uno de los lemas de la National MS Society es "La EM impide que la gente se mueva". Cierto. Pero es un aspecto que podemos contrarrestar haciendo ejercicio.

El ejercicio es una de las cosas más importantes que puede hacer una persona con EM y, si es posible, debe realizarse algún tipo de ejercicio todos los días. Si se hace correctamente, el ejercicio nunca le perjudicará; sin embargo, la falta de ejercicio sí.

Para empezar, al igual que a las personas normales sin discapacidad, nos hace tener buen aspecto, sentirnos bien, mantener o perder peso y reducir el estrés. El ejercicio es beneficioso para la salud en general, desde nuestro sistema cardiovascular hasta nuestro sistema digestivo. A medida que envejecemos, ayuda a ralentizar la degradación muscular y a aumentar la fuerza.

Con el tiempo, la mayoría de las personas con EM desarrollarán algunos o todos los problemas siguientes: equilibrio, coordinación, debilidad muscular y ataxia, espasticidad, resistencia... Hay muchos tipos de ejercicios que se pueden hacer para tratar eficazmente estos problemas.

Cuando aparezca cualquiera de estos síntomas, es importante empezar a hacer ejercicios individualizados para tratar cada síntoma en cuanto aparezca, y continuar todos los días a partir de entonces. Inclúyalo en su programa diario, como cepillarse los dientes por la mañana. Cuanto más espere, más difícil le resultará superar el problema, como la debilidad o el equilibrio.

Además, retrasar el ejercicio puede acarrear dificultades adicionales. Por ejemplo, la debilidad de los músculos centrales o abdominales puede acabar provocando una curvatura de la columna vertebral que se traduzca en una mala postura, dolor e incapacidad para corregirla.

Los ejercicios para la EM se dividen principalmente en las siguientes categorías:

  1. Estiramiento muscular - los músculos se contraen mucho al sentarse/acostarse debido al síntoma muy común de espasticidad que provoca tensión y espasmos.
  2. Fortalecimiento muscular - Los músculos se debilitan debido a una infrautilización, a un mal uso o simplemente a la propia enfermedad.
  3. Equilibrio muscular - significa mantener o mejorar la alineación y la relación de los músculos entre sí.
  4. aeróbico - ejercicios para la resistencia general y el mantenimiento de los sistemas cardíaco, respiratorio, digestivo y otros sistemas de salud.
  5. Relajación y respiración - para aliviar todo tipo de estrés, mejorar el estado de ánimo, ayudar a reducir el dolor.

Para los principiantes, es una buena idea empezar poco a poco y adoptar una rutina que se adapte a ti. No hagas cosas que te duelan, pues te crearás más problemas.

Busque un fisioterapeuta que entienda la EM y haya trabajado con pacientes con EM. Conocen la sensibilidad al calor y saben qué tipos de ejercicios son los más adecuados en función de las necesidades de cada persona. También hay muchos programas ofrecidos por diversas organizaciones de EM que se ofrecen y están diseñados para los síntomas de la esclerosis múltiple. Estas clases incluyen técnicas como Tai Chi, Pilates y Yoga para el fortalecimiento, el equilibrio y la relajación.

La terapia acuática es fantástica para las personas con EM, ya que las cinco categorías mencionadas pueden realizarse en una piscina. Una piscina añade la ventaja de la seguridad, la flotabilidad y el agua fresca. Una vez más, muchas organizaciones de EM ofrecen este tipo de programas a través de filiales locales, así como de clubes u organizaciones de salud locales.

Sin embargo, no hace falta que te apuntes a un programa de ejercicio ni que reserves tiempo sólo para hacer ejercicio. Muchos ejercicios pueden incorporarse a una actividad a lo largo del día, como agacharse y estirarse mientras se realiza un mantenimiento ligero. O hacer cosas como girar la cabeza, estirar los brazos o levantar las piernas mientras ves la televisión. De cinco a diez minutos de ejercicio varias veces al día son tan eficaces como treinta minutos de ejercicio de una sola vez.

Al hacer ejercicio, una persona con EM debe escuchar a su cuerpo. Haz lo que puedas, pero si tu cuerpo empieza a gritar "¡basta!" o tienes demasiado calor, debes abandonar, tumbarte y descansar. Si hay un periodo de tiempo en el que la energía se agota debido a una recaída, tómese unas "vacaciones" del ejercicio, haga estiramientos suaves para cada parte del cuerpo (como giros de cabeza/hombros, extensiones de brazos...) o pida a alguien que le estire los brazos, las piernas, etc. mientras está tumbado.

He empezado a hacer vídeos para mostrar los ejercicios que he estado haciendo durante años y que sigo haciendo. Aparecen en mi sitio web con enlaces. Puede que de ellos saques algunas ideas y consejos, pero ten en cuenta que yo llevo años en esto y mi nivel de resistencia es alto.

Empezar cualquier cosa es la parte más difícil de hacer algo nuevo. Si no haces ejercicio con regularidad, empieza hoy: te alegrarás de haberlo hecho.