A continuación, prueba la respiración alterna, también conocida como respiración sol y luna.
No te asustes por las palabras graciosas, 'Prana' es simplemente la fuerza vital que nos rodea y que se divide en 'Pingala' su lado positivo e 'Ida' su lado negativo. Uno de los propósitos del yoga es equilibrar las corrientes opuestas del cuerpo, lo que produce un estado de perfecto equilibrio espiritual y mental. Cuando se respira por el lado derecho de la nariz, se denomina respiración solar; si es por el lado izquierdo, se denomina respiración lunar.
La respiración alterna consiste en mantener la respiración firmemente a través de cada fila de orificios nasales. Siéntate con las piernas cruzadas en una silla o en el suelo, con la espalda recta y la cabeza a la misma altura. Cierre los ojos y, a continuación, cierre la fosa nasal izquierda con el pulgar mientras inspira profunda y lentamente por la fosa nasal derecha. Respira hondo y mantén la respiración durante dos segundos. Coloque los dos últimos dedos de la mano izquierda y exhale lentamente por la fosa nasal izquierda. Parte de este ejercicio consiste en hacer una pausa natural en la respiración y, cuando surja la necesidad de inspirar, mantener cerrada la fosa nasal derecha y respirar sólo por la izquierda. Respira hondo y mantén la respiración durante dos segundos.
Cierre la fosa nasal izquierda y luego exhale lentamente por la derecha. Se ha completado un ciclo. Los principiantes en Pranayama deben empezar lentamente con dos rondas e ir aumentando hasta 6 rondas diarias, añadiendo una por semana. Cuando realices este ejercicio a distintas horas del día, intenta siempre ajustar tu posición para orientarte en la dirección del sol. Esta rutina debe hacerse por la mañana temprano mirando hacia el este, luego al mediodía con la cara del medio al atardecer mirando hacia el oeste y luego por la noche mirando hacia el norte.
Comience con EL ALIENTO DEL SOL Y DE LA LUNA y luego haz tres o cuatro respiraciones completas para crear el espacio que te proporcionará paz y tranquilidad de mente y cuerpo.
Aunque aquí hemos mencionado los aspectos físicos del Yoga, debes recordar que todos los ejercicios de Yoga siempre afectarán a todas las partes: física, espiritual y mental.
Una vez que hayas completado la respiración del sol y la luna y tengas algo de ritmo y equilibrio, pasa al siguiente paso, que consiste en aumentar las exhalaciones al doble de la duración de las inhalaciones. Si inspiras contando hasta cuatro, espira contando hasta ocho. Cuatro es sólo un ejemplo para el número de inhalaciones, ya que el número de inhalaciones debe ser de acuerdo a sus propias necesidades, capacidad y nivel de comodidad. Si sientes que te estás quedando sin fuerzas, es que te estás esforzando demasiado. No te fuerces al hacer éste u otros ejercicios de yoga. En el mejor de los casos es innecesario, pero también potencialmente perjudicial. Tras unos días de práctica, la siguiente fase del control de la respiración consiste en alargarla regularmente hasta alcanzar el nivel de un jadeo. Inspira contando hasta cuatro, mantén la respiración contando hasta cuatro y espira contando hasta ocho.
Una vez más, tienes que calibrar este recuento según tus propias capacidades.
Es la respiración del Sol y la Luna en su forma más simple, que aporta calma tanto a la mente como al cuerpo. Se requiere una disciplina casi sobrehumana para las formas avanzadas de este ejercicio en particular, que se practican en relación con el despertar de una extraña fuerza corporal llamada Kundalini, el Poder de la Serpiente. Esto puede describirse brevemente como el Poder Divino del Conocimiento y la Sabiduría del que, a través de la civilización, el Hombre se ha separado.
Todo hombre tiene el potencial de la divinidad en su interior, no importa lo lejos que se haya desviado del Camino Divino, porque la Kundalini está enroscada en la base de la columna vertebral, latente pero no muerta.