Astrología de los chakras

Astrología de los chakras

Muchos de nosotros sabemos que el "campo energético humano" está compuesto por siete centros energéticos principales o chakras situados a lo largo del eje cerebro-espinal. Cada uno de estos centros actúa como una subestación o transformador de la energía universal o prana que fluye a través de la médula en la base del cráneo. A medida que el prana desciende por los cinco chakras inferiores, se transforma o modifica respecto a su estado puro. Si los chakras inferiores están limpios y libres de impresiones negativas (traumas, supresiones, etc.), el prana puede fluir libremente hacia los chakras superiores, lo que conduce a estados de conciencia más elevados.

Sin embargo, si los chakras inferiores están bloqueados, el prana no puede ascender y estos bloqueos energéticos comienzan a manifestarse como "enfermedad" a nivel mental, emocional y físico. En otras palabras, si tenemos bloqueos en alguno de los chakras, significa que hemos roto nuestra "sintonía" con la energía vital universal a un nivel sutil o no tan sutil. Dado que los chakras son centros energéticos que responden a las vibraciones, una de las formas de volver a alinearse o sintonizarse es mediante el uso consciente de las vibraciones, la música y el movimiento.

Una de las herramientas que puede ayudarnos en este viaje es comprender, mediante el uso de la astrología, la relación entre los chakras y los planetas. En el mundo astrológico, cada uno de los chakras está asociado o regido por un planeta diferente. Energéticamente, la carta astral es un mapa no sólo de las interrelaciones entre los planetas, sino también un mapa de las interrelaciones y el estado de los chakras. En esencia, tenemos nuestro propio sistema solar interno que guía nuestra evolución de la conciencia a través de los distintos centros de chakras. Al comprender la cualidad planetaria de cada chakra, podemos utilizar formas específicas de música, vibración y movimiento para despertar y abrir cada chakra y energizarnos.

Astrología de los chakras

El primer chakra, situado en la base de la columna vertebral, está asociado al planeta Saturno. Astrológicamente, Saturno representa nuestra capacidad para enraizarnos y así poder alcanzar nuestros sueños. La falta de Saturno en nuestras vidas nos deja sin fundamento e incapaces de mantenernos a nosotros mismos. Para algunos, el hecho de que Saturno sea demasiado pequeño dificulta la creación de un fuerte sentido de los límites y del centro. Sin embargo, si hay demasiado Saturno, podemos aferrarnos demasiado al plano material y resistirnos al cambio por inseguridad y miedo. Una forma de sanar el primer chakra es conectar con las energías de la tierra. Caminar descalzo, hacer yoga y tocar el tambor son formas de sintonizar con las frecuencias más bajas del primer chakra. La percusión, en particular, es una forma eficaz de abrir y despertar el primer chakra. Cuando tocamos el tambor, a menudo lo sostenemos entre las piernas, lo que conecta directamente con el primer chakra en la base de la columna vertebral. Al sintonizar con las frecuencias más bajas del tambor, no sólo nos energetizamos, sino que nos hacemos más presentes en nuestro cuerpo.

El segundo chakra, regido por Júpiter, está situado en la región pélvica o genital del cuerpo. El segundo chakra se ocupa de cuestiones de creatividad y sexualidad y de cómo canalizamos nuestra energía y las emociones vitales básicas. Astrológicamente, Júpiter es el planeta que representa cómo expandimos nuestra conciencia. Si crecimos en una familia que reprimía las emociones o la sexualidad, esto tendría un impacto directo en el segundo chakra y en nuestro sentido de expansión. Si se suprime un área del segundo chakra, digamos la sexualidad, entonces todas las demás áreas: la pasión, la creatividad, la expresión de emociones profundas también se ven afectadas. Cuando el segundo chakra está abierto, estamos en contacto con nuestra fuerza vital primordial, o energía kundalini. Es la fuerza electromagnética fundamental que anima nuestros cuerpos y, cuando se expresa libremente, crea magnetismo, pasión y verdadera creatividad en nuestras vidas.

Así pues, la clave para despertar la energía del segundo chakra es poner en movimiento nuestra energía instintiva y abrir y ampliar la gama de movimientos pélvicos. Una de las mejores maneras que he encontrado de hacerlo es a través de las formas de danza libre o africana. Hace unos años tuve a una bailarina africana como invitada en mi clase de Astrología Chakra y me explicó que muchos de los movimientos de la danza africana están en realidad diseñados para facilitar la apertura de los distintos chakras. Cualquier movimiento que contraiga y luego expanda la zona del segundo chakra, o región pélvica, ayudará a liberar la energía en ese centro. También es excelente utilizar músicas étnicas o del mundo que activen el centro instintivo o móvil, como el didgeridoo, la danza del vientre o la música de los derviches turcos.

El tercer chakra, situado en el plexo solar o "hara", es la sede de nuestro poder personal. Marte, el planeta asociado a la voluntad personal, y Plutón, el planeta asociado a la voluntad colectiva, son los co-regentes del tercer chakra. Los problemas del tercer chakra tienen que ver con el poder, el control, la confianza en nuestros instintos y nuestra sensación de poder personal. Un tercer chakra bloqueado puede manifestarse como una incapacidad para tomar decisiones, no confiar en nuestros propios instintos y ser manipulados o victimizados. Un tercer chakra hiperactivo puede manifestarse como problemas de control, intimidación, ira o violencia. La clave para sanar el tercer chakra es aprender a tomar el poder sin herir a los demás. También es importante aprender a dejar de lado el miedo a perder el control.

La música puede ser una forma particularmente poderosa de abrir el tercer chakra, ya que es una forma de comunicación no verbal que pasa por alto la mente cognitiva y tiene un impacto directo en nuestras emociones más profundas. Muchas personas que sienten que necesitan controlar sus emociones se emocionan hasta las lágrimas con una música evocadora. Encontrar música que te conmueva, emocional o físicamente, es una forma de acceder a las emociones profundas de la ira, el dolor y la rabia que suelen estar atrapadas en el tercer chakra. A medida que se descubren estas emociones y se les permite expresarse, el tercer chakra puede florecer y la energía que se ha canalizado hacia el control puede ahora redirigirse hacia formas más satisfactorias de autoexpresión y creatividad.

Música desde el corazón

El cuarto chakra, situado alrededor del corazón y los pulmones, está regido por el planeta Venus. Venus representa lo que valoramos, lo que nos apasiona y nuestra capacidad de compartir nuestro amor incondicional. También atribuyo la dirección "superior" del cuarto chakra al planeta Neptuno, ya que éste representa el proceso de trascender nuestra propia individualidad y fusionarnos con el espíritu divino o el amor.
El cuarto chakra es el puente entre los chakras inferior y superior. Se ha dicho que nuestra cultura occidental se ocupa principalmente de los problemas de los tres primeros chakras: dinero, sexo y poder. A medida que limpiamos los apegos emocionales de los tres primeros chakras, podemos empezar a abrirnos a las cualidades expansivas de los chakras superiores. Si el cuarto chakra está bloqueado, podemos tener miedo a no ser amados, miedo a dar y recibir afecto o relaciones insatisfactorias.

La clave para sanar el chakra del corazón es desarrollar la compasión, la devoción y el sentido de conexión con los demás. La música, en forma de canto devocional, puede abrir el corazón y aliviar los sentimientos de separación. Las Danzas de la Paz Universal de la tradición sufí de Samuel Lewis son una forma excelente de combinar el sonido y el movimiento para facilitar un sentido de conexión mística o de unidad con los demás. Combinando mantras sagrados de varias tradiciones espirituales con sencillas danzas en círculo, las Danzas de la Paz Universal nos ayudan a soltar los muros artificiales que nos separan. También son una forma muy segura de practicar el dar y recibir amor incondicional.

Apertura de los chakras garganta, tercer ojo y corona

El quinto chakra, situado en la zona de la garganta, está regido por Mercurio, el planeta que representa todas las formas de comunicación, y Quirón, el planeta que representa el arquetipo del mentor/maestro. A través del quinto chakra desarrollamos la autoexpresión y la capacidad de crear nuestra propia realidad. Si el quinto chakra está bloqueado, podemos tener miedo de hacernos valer o de hablar por nosotros mismos. También puede ser difícil expresar las necesidades o los sentimientos que tenemos que emanan del chakra del corazón. Otra manifestación común de un quinto chakra bloqueado es la falta de confianza en nuestra capacidad para crear nuestra vida como deseamos. Si hemos crecido sin poder opinar sobre las elecciones que se han hecho por nosotros, o si nuestras elecciones son ridiculizadas, acabaremos por dejar de creer en el poder de nuestro libre albedrío o de nuestra voz.

La curación del quinto chakra es imperativa si queremos abrirnos a la conciencia intuitiva que proviene de los chakras sexto y séptimo. Si el quinto chakra está bloqueado, podemos ser demasiado mentales y no estar abiertos a la sutil información intuitiva que se canaliza constantemente a través de los centros superiores. En cuanto a las modalidades de curación, el canto es una de las mejores formas de abrir el quinto chakra. Dado que muchas personas con bloqueos en el quinto chakra han "perdido la voz" literalmente, la mejor manera de recuperar nuestra voz es hacerla vibrar con el sonido. Cantar mantras sagrados como el OM también es beneficioso, ya que el OM se considera el sonido fundamental o primordial del universo. Al cantar el OM, nos alineamos con el sonido creativo que se cree que trae todas las formas materiales a la existencia.

El sexto chakra, situado en el centro de la frente, entre los ojos, está regido por el Sol y la Luna. El sexto chakra está asociado a nuestras capacidades mentales superiores de introspección, autoexamen, percepción e intuición. Tradicionalmente, se considera que el sexto chakra tiene dos polos. El polo lunar, situado a nivel de la médula, es donde recibe el "soplo de Dios" o la energía universal. El sol o polo activo, situado en el tercer ojo, es donde expresamos esta energía universal a través del vehículo de nuestra propia individualidad. Un sexto chakra bloqueado puede manifestarse como un miedo a mirar hacia dentro, un miedo a utilizar nuestras habilidades intuitivas, una falta de voluntad para aprender de las experiencias de la vida o una incapacidad para acceder a la guía interior. Los síntomas físicos pueden incluir migrañas, ansiedad, depresión y problemas de aprendizaje. Una de las mejores formas de abrir el sexto chakra es a través de la meditación, la visualización y el acceso al reino imaginario a través del trabajo con los sueños. Esta apertura puede ser facilitada por la música que evoca la imaginación y nos abre al reino de las percepciones inusuales. En concreto, hay muchos CD disponibles que ayudan al cerebro a acceder a estados de conciencia alfa, delta y theta más profundos que, de otro modo, sólo se producen mediante prácticas de meditación.

Por último, llegamos al séptimo chakra, situado en la parte superior o corona de la cabeza. El chakra de la corona se considera otro punto de entrada de la energía vital y representa nuestra conexión con la conciencia universal. Asocio el séptimo chakra con el planeta Urano porque éste representa la corriente universal de energía que alimenta la mente, el cuerpo y el espíritu. En la visión védica de la India, Urano representa la energía kundalini que se encuentra en la base de la columna vertebral en el primer chakra. A medida que despertamos y abrimos cada uno de los chakras, las energías de la kundalini ascienden por la columna vertebral y activan el séptimo chakra que conduce a la iluminación o esclarecimiento. Muchos de nosotros experimentamos esto en el orgasmo cuando la kundalini se mueve a través de los chakras inferiores y activa el chakra de la corona. La razón por la que nos dormimos después del orgasmo es que no estamos acostumbrados a canalizar tanta energía hacia los centros superiores, por lo que acabamos apagándonos o quedando inconscientes.

Si tenemos bloqueos en el séptimo chakra, esto puede manifestarse como una baja energía vital, una desconfianza en que podemos ser apoyados por el universo o un sentimiento de desconexión del sentido o la dirección de nuestras vidas. Lo interesante del séptimo chakra es que es el polo opuesto al primer chakra, por lo que podemos abrirlo desde "arriba" o "abajo". El pranayama o las prácticas de respiración ayudan a abrir el séptimo ampliando nuestra capacidad de canalizar la energía a través de la parte superior de la cabeza. A medida que desarrollamos nuestra capacidad de canalizar la energía, podemos resistir más vida que se mueve a través de nuestro cuerpo sin resistencia.

Cuando abrimos los chakras inferiores mediante el movimiento y el sonido, reducimos nuestra resistencia a estar más vivos y liberamos la energía kundalini que está latente en la base de la columna vertebral. En otras palabras, abrir los chakras superiores no significa que tengamos que ignorar o "trascender" los chakras inferiores, como algunas tradiciones nos quieren hacer creer. Por el contrario, requiere que trabajemos para abrir todo el campo de los chakras para que tengamos la capacidad de experimentar estados superiores de conciencia de forma anclada o encarnada.